"Crónica de una cacería de troles", JAMES MCBRYDE

viernes, 17 de junio de 2016
CRÓNICA DE UNA CACERÍA DE TROLES 
James McBryde
Editorial: Hermida Editores
Traducción y Noticia del Autor: Óscar Mariscal
94 páginas





Hola, queridos amigos lectores:
Como no quiero aburriros con mis aventuras y desventuras (más de éstas que de aquéllas) como opositora, os he traído las peripecias de un trío que, desde luego, se lo pasan mejor que yo.
Os hablo de “Crónica de una cacería de troles” de James McBryde que recientemente ha editado la, cada vez más en alza Hermida Editores.

Los tres amigos: McBryde, James y Stone
Nos encontramos ante una descacharrante novela gráfica en la que tres jóvenes (el autor James McBryde y sus dos amigos M. R. James y W. J. Stone) viajan a Dinamarca con la intención de capturar a uno de los seres míticos que, se dice, pueblan esas tierras. Un trol, ni más ni menos, es lo que andan buscando aunque, para ello, deban emprender una estrambótica aventura llena de momentos divertidos y surrealistas. ¿Conseguirán los aventureros su objetivo?

Conste en acta que, a priori, no conocía de nada al señor McBryde. No en balde, Hermida Editores se caracteriza por la traducción y publicación de escritos inéditos en castellano o injustamente tratados por el mundillo editorial en nuestro país. Por ello, no es de extrañar que algunos de sus autores no los conozcamos o que, de hacerlo, tropecemos con títulos desconocidos (sin ir más lejos, la deliciosa novela corta de Louise Mary Alcott que reseñaba aquí).  De modo que, como os decía, no sabía a qué atenerme cuando vi la cara de pillo del trol de la portada. Pero, no problem, como suele ser también habitual (y muy de agradecer), la edición cuenta, por un lado, con el prólogo de M. R. James, uno de los protagonistas de la historia, amigo real del autor, con un buen apartado visual (fotografías como la que tenéis un poco más arriba y otras cierran el volumen) y con una Noticia del autor, a cargo del traductor de la historia Óscar Mariscal, así que no tardé en ubicarme. McBryde (1874-1904) fue un joven médico e ilustrador inglés que trabó amistad con el mentado M. R. James, profesor de Medicina en la Universidad de Cambridge. Pese a que su vocación fue artística desde muy temprana edad, se doctoró en Medicina coaccionado por una larga tradición familiar de eminentes médicos, carrera que abandonó para dedicarse por completo a su pasión por los lápices. En un viaje por Escandinavia, entre James, W. J. Stone (otro colega médico) y McBryde surgió la ocurrencia de intentar cazar un trol y la anécdota sirvió a McBryde para crear la pequeña novela gráfica que nos ocupa.

También se ofreció a ilustrar los relatos que escribía James pero, lamentablemente, la muerte frustró sus intenciones y provocó que la “Crónica de una cacería de troles” fuera publicada de manera póstuma por James a modo de homenaje.

Sabiendo todo esto, la aventura recogida en estas páginas tiene más valor sentimental casi que como historia en sí. Nos encontramos ante una aventura breve llena de momentos graciosos que provocan más de una sonrisa, pero poco más. Personalmente, me han gustado más los dibujitos que acompañan la historia (y lo digo en diminutivo porque son de tamaño pequeño) que la historia en sí y creo que ellos refuerzan y dan comicidad al relato, que sin ellos sería soso y con poca chispa.

Quizás esperaba más de este volumen pero lo cierto es que lo que más valoro es la oportunidad que me ha ofrecido para conocer a un dibujante que me era totalmente desconocido y que, ahora, me gustaría investigar.

La novela se lee en un suspiro y, como digo, aunque provoca momentos de disfrute, se olvida con la misma facilidad con la que se lee. Por ello, decía, su valor sentimental y testimonial de una amistad verdadera es el que más destaca.
Sin más, me despido de vosotros agradeciendo una  vez su confianza a la editorial Hermida Editores y recomendándoos que os deis una vuelta por su catálogo porque seguro que os sorprende alguna que otra novedad.
Ah, sí, y me despido también soñando con acabar las dichosas oposiciones y poder escribir con más asiduidad por estos lares.(De todas formas, si me echáis de menos, recordad que también podéis leerme en la web www.anikaentrelibros.com, donde también escribo reseñas.)
Besos, y feliz inicio de verano!!


Ana Vanesa Cremades

Reseña: "Un susurro en la oscuridad" de Louisa May Alcott

jueves, 28 de abril de 2016

Un susurro en la oscuridad

Louisa May Alcott


Datos técnicos:

Colección
El Jardín de Epicuro - Ficción
Autor
Prólogo
Óscar Mariscal
Traducción
Óscar Mariscal
Páginas
80

¿Quién no conoce a Louisa May Alcott y su hiperfamosa “Mujercitas”? Bien sea por las versiones cinematográficas, bien por la lectura directa de la novela, la obra de Alcott supuso, para muchas generaciones de niñas, un modelo ético y de comportamiento y, actualmente, todavía se lee con facilidad y deleite. Aunque su mensaje ya nos parece anticuado y la visión que ofrece de la feminidad es producto de su época y de una sociedad patriarcal en la que la mayor aspiración de una mujer era ser buena esposa y madre, las aventuras de Jo, Beth, Amy y Meg siguen deleitándonos como relato amable de unas infancias sencillas y familiares que la actual vida cosmopolita ha acabado erradicando.

 Pues bien, en esta ocasión, no os vengo a hablar de las famosas hermanas March, sino de otra de las creaciones de Louisa May Alcott, autora muy prolífera (escribió más de trescientas obras) de la cual Hermida Editores acaba de traducir y publicar la novela corta “Un susurro en la oscuridad”. Esta novelita (se lee en un suspiro pues apenas tiene 80 páginas), nos cuenta la historia de Sybil, una jovencita de 18 años huérfana en el momento en que un tío suyo decide acogerla bajo su protección. En realidad, descubre Sybil muy pronto, la intención de su tío es casarla con su hijo, un joven llamado Guy muy apuesto y algo temperamental. Aunque el joven le resulta sumamente atractivo, a Sybil no le gusta saberse objeto de un plan prefijado y su coquetería y cierto orgullo la llevan a entablar un juego con tío y primo del que no saldrá indemne.
La autora norteamericana Louisa May Alcott

Poco más voy a decir de la trama, pues no quiero desvelar nada relevante o que os pueda sustraer parte del placer que he sentido yo al leer esta historia. Porque me ha gustado mucho.
Desconocía por completo esta faceta de Alcott de autora de thrillers góticos, pues esta novelita se inscribe en este género y está totalmente alejada de su obra más conocida. Es verdad que en “Un susurro en la oscuridad” encontramos también un personaje protagonista femenino fuerte, como sus mujercitas, pero también es cierto que la autora nos ofrece un relato lleno de emoción y suspense. Como decimos en casa, de manera informal, ésta es una de esas historias “que te hace mala sangre” porque la protagonista se ve inmersa en una situación injusta y asfixiante que, a pesar de su carácter insensato, el lector sabe que no la merece.

Desde el principio, la relación de Sybil con su tío y su primo tienen algo de desconcertante que no pasa inadvertido para el lector atento y, muy pronto, ese miedo soterrado se descubre y resulta en una historia frenética en la que es inevitable situarse de parte de la jovencita intrépida y leer sin descanso para descubrir su sino final.

En resumen, nos encontramos ante una historia que se bebe en dos sorbos, emocionante y cargada de lo mejor de un género literario que me encanta y en el cual jamás pensé que encontraría a la autora de “Mujercitas”.

Desde aquí querría dar las gracias a la editorial Hermida Editores, tanto por confiar una vez más en mí para leer y reseñar sus títulos como, sobre todo, por sus últimas elecciones de los mismos. Esta editorial se ha ganado un hueco en mi corazón y estanterías porque editan obras o bien desconocidas o menos populares que no dejan de fascinarme.


Si os apetece pasar un buen –mal momento leyendo una historia cargada de eso que los ingleses llaman “uncanny” y unos personajes misteriosos, ésta es, sin duda vuestra novela. Ideal para una tarde lluviosa como la de hoy. 

"La noche de los muertos vivientes", John Russo

martes, 15 de marzo de 2016
¡Buenas tardes, amigos lectores!
Seguramente os preguntaréis qué ha sido de mí y si he dejado de leer o ver cine para llevar tanto tiempo sin escribir nada por estos lares. Ni lo uno, ni lo otro (y el día que lo haga dejaré de conocerme a mí misma).
Lo cierto es que desde hace unos meses colaboro con la web www.anikaentrelibros.com y subo allí las reseñas de la mayoría de libros que voy leyendo.
Sin embargo, en esta ocasión os traigo una reseña de un libro que ha sido una gozada y que conseguí gracias a Hermida Editores. 
¿Su título? La noche de los muertos vivientes (léase con voz tétrica de película de terror).


La noche de los muertos vivientes, John Russo




Argumento:
Basada en la película del mismo título de 1968 dirigida por George A. Romero, “La noche de los muertos vivientes” relata una espeluznante y desconcertante noche en la que los muertos se levantan de sus tumbas en busca de carne humana viva. La acción comienza cuando una pareja de hermanos visita a su padre en el cementerio y se tropiezan con un ser putrefacto, que recuerda lejanamente a un ser humano pero que ataca al chico para comérselo. A partir de aquí, la novela acompañará a la chica, Barbara, en su huida y su encuentro con Ben, un joven de color con el que se atrinchera en una casa en mitad del campo. Ben no está dispuesto a dejarse morder fácilmente y, mientras la pareja prepara sus defensas, el ejército norteamericano hace cuanto puede para acabar con la invasión.

Opinión personal:
“La noche de los muertos vivientes” me ha encantado. Así de sencillo. Desconocía que la famosa película que aterrorizó a la generación de mis padres y que tan mítica se ha vuelto con el paso de los años contara con una novelización por parte de su propio guionista, John Russo.

Ese aspecto, como viene siendo habitual, responde al interés de Hermida Editores en la traducción y publicación de novelas inéditas en castellano con las que nos viene sorprendiendo últimamente. Desde luego, esta novela merece muchísimo la pena ser leída y disfrutada (si se puede emplear el verbo “disfrutar” para describir la inquietud y angustia que sentí mientras transcurría esa interminable noche), porque en su brevedad esconde una historia capaz de ponernos los pelos de punta y, tan visual, que es imposible que te deje indiferente.

Y es que, ¿quién mejor que John Russo, creador de esta historia, para devolvernos al mundo de pesadilla que ya dibujó para la gran pantalla? Algo que me atrapó por completo en la lectura y que es, creo, una de las mayores virtudes de la novela, es justamente el lenguaje tan cinematográfico en que está escrita. Realmente, parece que estemos allí, dentro de la casa con Barbara y Ben, sufriendo el mismo lento pero implacable acoso y derribo de las criaturas venidas de ultratumba.

He de reconocer, que pensaba que la historia no me inquietaría tanto como lo ha hecho. He visto la serie The Walking Dead y, sinceramente, últimamente parece que el tema zombie está más que explotado tanto en cine como en televisión, pero “La noche de los muertos vivientes” me mantuvo nerviosa toda su lectura, tanto o más que la mejor película de terror del género. Russo es sumamente descriptivo pero también un gran contador de historias. Por eso, en ningún momento tuve la sensación de que no pasaba nada o que había descripciones de más. Muy al contrario, cuando acabé la lectura y eché la vista atrás, me di cuenta de la cantidad de cosas que habían ocurrido en un espacio tan reducido como una casa en mitad de la nada y en un espacio de unas horas. Realmente, la lectura no podía haber sido más ágil ni la acción más trepidante.

Sin embargo, lo que realmente me gustó al cerrar el libro y dejar reposar un tanto todo cuanto había leído es el brutal mensaje que nos deja Russo: en situaciones límite el ser humano está solo. Y da igual que vivas en el país más avanzado del mundo (como en este caso lo era EE.UU. a finales de los sesenta), porque ante lo desconocido hasta el ejército más poderoso de la Tierra es inútil. Si tenemos en cuenta el momento en el que la novela fue escrita (todavía con el telón de acero en pie y la Guerra Fría amenazando la paz en el Mundo), este mensaje de soledad e indefensión es todavía más potente y convierte “La noche de los muertos vivientes” en algo más que una mera diversión llena de cadáveres andantes.

Dicha sensación de desesperanza, unida al irónico y cruel final de la obra (os aviso, os quedaréis con la boca abierta), me ha acompañado desde que terminé la lectura y sigue conmigo ahora que escribo estas líneas. Ella ha conseguido que una historia de zombies sea mucho más y por ella también le he dado la puntuación más alta en la red de lectores Goodreads.


En resumen, esta novela ha sido toda una sorpresa que me ha asustado, encogido el corazón y hecho reflexionar a partes iguales. Una historia con un ritmo trepidante, que se lee en un pis-pas y a la que quiero volver pronto visionando la cinta original de 1968.

Nada más por hoy, amigos, solo desearos una terrorífica lectura si os animáis con esta novela y desear, también, volver a escribiros dentro de poco.