La mujer de negro

lunes, 9 de julio de 2012
Este fin de semana vi, por fin, La mujer de negro, la peli en que "Harry Potter" deja de ser Harry Potter para convertirse, muy merecidamente, en Daniel Radcliffe.
La película, ambientada en la inglaterra de principios del siglo XX, nos cuenta la tétrica historia de Arthur, un joven abogado viudo (Radcliffe) y sus vericuetos en un pequeño pueblo costero británico por tasar y conseguir vender la mansión de una ricachona que acaba de morir. El problema es que en el pueblo la gente no lo recibe muy cariñosamente (eufemismo) y le piden amablemente que deje las cosas como están y se vuelva a Londres y sus brumas matutinas (doble eufemismo).
No querría revelar más del argumento de la película porque algo que disfruté muchísimo al verla fue las sorpresas que éste depara a lo largo de la hora y media larguita de su metraje.
Lo que sí puedo deciros es que nos encontramos ante una película de terror de corte clásico que hace suyo el lema "menos es más". Menos música estridente, menos sangre, menos vísceras, dan más: más miedo, más sustos, más escalofríos.
Me enganchó y me atemorizó a partes iguales. La fotografía y la ambientación están muy muy bien logradas (se nota que las han trabajado con mimo), las interpretaciones, casi todos actores y actrices desconocidos excepto por el nombrado Radcliffe y mi querido Cirián Hinds (al que ya vimos en la última entrega de las aventuras del amigo Potter como el hermano pequeño de Dumbledore), son muy creíbles y, en general, la película es más que correcta.
Además, cuenta con un final sorprendente (como marca el género) y es adaptación de una novela homónima de Susan Hill de la que, en breve pienso disfrutar.
Si queréis pasar un buen mal rato, no os perdáis esta mujer de negro.


Va de libros

martes, 3 de julio de 2012
Últimamente, he tenido la suerte de encadenar varias lecturas de libros que, por una razón u otra, me han emocionado y atrapado. A veces puedes pasar semanas leyendo novelas que, ni fu ni fa para, de pronto, dar con la tecla y acercarte a varios que te dejan con la boca abierta. Cada uno de su padre y de su madre (soy muy ecléctica en mis lecturas y leo de todo), os dejo una breve mención de mi particular "cadena de geniales":


  1. Donde siempre es otoño de Ángeles Ibirika. Una preciosa historia de amor cargada de sentimientos y la fuerza expresiva que caracteriza a Ángeles. Después de su última novela (Antes y después de odiarte), la autora vasca se había puesto a sí misma el listón muy alto, pero sale airosa de esta nueva aventura literaria y nos ofrece una novela que, sobre todo, hace sentir.
  2. El jardín olvidado de Kate Morton. Olvidado, sí, como la novela que la tenía casi dos años ya esperando en mi estantería a que le llegara el turno. Siendo una historia de familias más, la autora combina tan bien la narración a tres voces y tiene una facilidad para crear prosa atractiva y ligera que consigue que la lectura sea muy agradable y no se haga pesada. Especialmente me ha agradado la historia más antigua, la del origen de la abuela de la protagonista, pero todas están igualmente bien narradas.
  3. El abuelo que saltó por la ventana y se largó de Jonas Jonasson. IMPRESCINDIBLE. En serio, todas las alabanzas que está recibiendo este hombre no son en vano. Es una novela divertidísima, todo un repaso irónico y sagaz de los mayores momentos históricos del siglo XX. Sus personajes son inolvidables, tienen ese puntito especial que los acerca a la genialidad sin convertirlos en inverosímiles y el optimismo del prota, el centenario Allan Karlsson, es contagioso.
  4. La dama de blanco de Wilkie Collins. Lo releo en español y en versión no-reducida porque en su día leí una adaptada en inglés. Con este autor victoriano ya sabía que apostaba sobre seguro. Sus ochocientas páginas no se hacen en ningún momento pesadas, Collins domina como nadie el arte de dosificar la información y crear diálogos apasionantes. Ya estoy deseando hacerme con otra novela suya.
Y lo próximo...
En casa tengo esperando varios (El temblor del héroe de Álvaro Pombo, Todas las otras noches de Sarah Dorn, Me and Mr. Darcy de Alexandra Potter...) pero ¿quién sabe? Sin pensarlo es como más estoy acertando últimamente... me dejaré llevar.

¿Y vosotros? ¿Tenéis pensada alguna lectura veraniega?