"Crónica de una cacería de troles", JAMES MCBRYDE

viernes, 17 de junio de 2016
CRÓNICA DE UNA CACERÍA DE TROLES 
James McBryde
Editorial: Hermida Editores
Traducción y Noticia del Autor: Óscar Mariscal
94 páginas





Hola, queridos amigos lectores:
Como no quiero aburriros con mis aventuras y desventuras (más de éstas que de aquéllas) como opositora, os he traído las peripecias de un trío que, desde luego, se lo pasan mejor que yo.
Os hablo de “Crónica de una cacería de troles” de James McBryde que recientemente ha editado la, cada vez más en alza Hermida Editores.

Los tres amigos: McBryde, James y Stone
Nos encontramos ante una descacharrante novela gráfica en la que tres jóvenes (el autor James McBryde y sus dos amigos M. R. James y W. J. Stone) viajan a Dinamarca con la intención de capturar a uno de los seres míticos que, se dice, pueblan esas tierras. Un trol, ni más ni menos, es lo que andan buscando aunque, para ello, deban emprender una estrambótica aventura llena de momentos divertidos y surrealistas. ¿Conseguirán los aventureros su objetivo?

Conste en acta que, a priori, no conocía de nada al señor McBryde. No en balde, Hermida Editores se caracteriza por la traducción y publicación de escritos inéditos en castellano o injustamente tratados por el mundillo editorial en nuestro país. Por ello, no es de extrañar que algunos de sus autores no los conozcamos o que, de hacerlo, tropecemos con títulos desconocidos (sin ir más lejos, la deliciosa novela corta de Louise Mary Alcott que reseñaba aquí).  De modo que, como os decía, no sabía a qué atenerme cuando vi la cara de pillo del trol de la portada. Pero, no problem, como suele ser también habitual (y muy de agradecer), la edición cuenta, por un lado, con el prólogo de M. R. James, uno de los protagonistas de la historia, amigo real del autor, con un buen apartado visual (fotografías como la que tenéis un poco más arriba y otras cierran el volumen) y con una Noticia del autor, a cargo del traductor de la historia Óscar Mariscal, así que no tardé en ubicarme. McBryde (1874-1904) fue un joven médico e ilustrador inglés que trabó amistad con el mentado M. R. James, profesor de Medicina en la Universidad de Cambridge. Pese a que su vocación fue artística desde muy temprana edad, se doctoró en Medicina coaccionado por una larga tradición familiar de eminentes médicos, carrera que abandonó para dedicarse por completo a su pasión por los lápices. En un viaje por Escandinavia, entre James, W. J. Stone (otro colega médico) y McBryde surgió la ocurrencia de intentar cazar un trol y la anécdota sirvió a McBryde para crear la pequeña novela gráfica que nos ocupa.

También se ofreció a ilustrar los relatos que escribía James pero, lamentablemente, la muerte frustró sus intenciones y provocó que la “Crónica de una cacería de troles” fuera publicada de manera póstuma por James a modo de homenaje.

Sabiendo todo esto, la aventura recogida en estas páginas tiene más valor sentimental casi que como historia en sí. Nos encontramos ante una aventura breve llena de momentos graciosos que provocan más de una sonrisa, pero poco más. Personalmente, me han gustado más los dibujitos que acompañan la historia (y lo digo en diminutivo porque son de tamaño pequeño) que la historia en sí y creo que ellos refuerzan y dan comicidad al relato, que sin ellos sería soso y con poca chispa.

Quizás esperaba más de este volumen pero lo cierto es que lo que más valoro es la oportunidad que me ha ofrecido para conocer a un dibujante que me era totalmente desconocido y que, ahora, me gustaría investigar.

La novela se lee en un suspiro y, como digo, aunque provoca momentos de disfrute, se olvida con la misma facilidad con la que se lee. Por ello, decía, su valor sentimental y testimonial de una amistad verdadera es el que más destaca.
Sin más, me despido de vosotros agradeciendo una  vez su confianza a la editorial Hermida Editores y recomendándoos que os deis una vuelta por su catálogo porque seguro que os sorprende alguna que otra novedad.
Ah, sí, y me despido también soñando con acabar las dichosas oposiciones y poder escribir con más asiduidad por estos lares.(De todas formas, si me echáis de menos, recordad que también podéis leerme en la web www.anikaentrelibros.com, donde también escribo reseñas.)
Besos, y feliz inicio de verano!!


Ana Vanesa Cremades

Reseña: "Un susurro en la oscuridad" de Louisa May Alcott

jueves, 28 de abril de 2016

Un susurro en la oscuridad

Louisa May Alcott


Datos técnicos:

Colección
El Jardín de Epicuro - Ficción
Autor
Prólogo
Óscar Mariscal
Traducción
Óscar Mariscal
Páginas
80

¿Quién no conoce a Louisa May Alcott y su hiperfamosa “Mujercitas”? Bien sea por las versiones cinematográficas, bien por la lectura directa de la novela, la obra de Alcott supuso, para muchas generaciones de niñas, un modelo ético y de comportamiento y, actualmente, todavía se lee con facilidad y deleite. Aunque su mensaje ya nos parece anticuado y la visión que ofrece de la feminidad es producto de su época y de una sociedad patriarcal en la que la mayor aspiración de una mujer era ser buena esposa y madre, las aventuras de Jo, Beth, Amy y Meg siguen deleitándonos como relato amable de unas infancias sencillas y familiares que la actual vida cosmopolita ha acabado erradicando.

 Pues bien, en esta ocasión, no os vengo a hablar de las famosas hermanas March, sino de otra de las creaciones de Louisa May Alcott, autora muy prolífera (escribió más de trescientas obras) de la cual Hermida Editores acaba de traducir y publicar la novela corta “Un susurro en la oscuridad”. Esta novelita (se lee en un suspiro pues apenas tiene 80 páginas), nos cuenta la historia de Sybil, una jovencita de 18 años huérfana en el momento en que un tío suyo decide acogerla bajo su protección. En realidad, descubre Sybil muy pronto, la intención de su tío es casarla con su hijo, un joven llamado Guy muy apuesto y algo temperamental. Aunque el joven le resulta sumamente atractivo, a Sybil no le gusta saberse objeto de un plan prefijado y su coquetería y cierto orgullo la llevan a entablar un juego con tío y primo del que no saldrá indemne.
La autora norteamericana Louisa May Alcott

Poco más voy a decir de la trama, pues no quiero desvelar nada relevante o que os pueda sustraer parte del placer que he sentido yo al leer esta historia. Porque me ha gustado mucho.
Desconocía por completo esta faceta de Alcott de autora de thrillers góticos, pues esta novelita se inscribe en este género y está totalmente alejada de su obra más conocida. Es verdad que en “Un susurro en la oscuridad” encontramos también un personaje protagonista femenino fuerte, como sus mujercitas, pero también es cierto que la autora nos ofrece un relato lleno de emoción y suspense. Como decimos en casa, de manera informal, ésta es una de esas historias “que te hace mala sangre” porque la protagonista se ve inmersa en una situación injusta y asfixiante que, a pesar de su carácter insensato, el lector sabe que no la merece.

Desde el principio, la relación de Sybil con su tío y su primo tienen algo de desconcertante que no pasa inadvertido para el lector atento y, muy pronto, ese miedo soterrado se descubre y resulta en una historia frenética en la que es inevitable situarse de parte de la jovencita intrépida y leer sin descanso para descubrir su sino final.

En resumen, nos encontramos ante una historia que se bebe en dos sorbos, emocionante y cargada de lo mejor de un género literario que me encanta y en el cual jamás pensé que encontraría a la autora de “Mujercitas”.

Desde aquí querría dar las gracias a la editorial Hermida Editores, tanto por confiar una vez más en mí para leer y reseñar sus títulos como, sobre todo, por sus últimas elecciones de los mismos. Esta editorial se ha ganado un hueco en mi corazón y estanterías porque editan obras o bien desconocidas o menos populares que no dejan de fascinarme.


Si os apetece pasar un buen –mal momento leyendo una historia cargada de eso que los ingleses llaman “uncanny” y unos personajes misteriosos, ésta es, sin duda vuestra novela. Ideal para una tarde lluviosa como la de hoy. 

"La noche de los muertos vivientes", John Russo

martes, 15 de marzo de 2016
¡Buenas tardes, amigos lectores!
Seguramente os preguntaréis qué ha sido de mí y si he dejado de leer o ver cine para llevar tanto tiempo sin escribir nada por estos lares. Ni lo uno, ni lo otro (y el día que lo haga dejaré de conocerme a mí misma).
Lo cierto es que desde hace unos meses colaboro con la web www.anikaentrelibros.com y subo allí las reseñas de la mayoría de libros que voy leyendo.
Sin embargo, en esta ocasión os traigo una reseña de un libro que ha sido una gozada y que conseguí gracias a Hermida Editores. 
¿Su título? La noche de los muertos vivientes (léase con voz tétrica de película de terror).


La noche de los muertos vivientes, John Russo




Argumento:
Basada en la película del mismo título de 1968 dirigida por George A. Romero, “La noche de los muertos vivientes” relata una espeluznante y desconcertante noche en la que los muertos se levantan de sus tumbas en busca de carne humana viva. La acción comienza cuando una pareja de hermanos visita a su padre en el cementerio y se tropiezan con un ser putrefacto, que recuerda lejanamente a un ser humano pero que ataca al chico para comérselo. A partir de aquí, la novela acompañará a la chica, Barbara, en su huida y su encuentro con Ben, un joven de color con el que se atrinchera en una casa en mitad del campo. Ben no está dispuesto a dejarse morder fácilmente y, mientras la pareja prepara sus defensas, el ejército norteamericano hace cuanto puede para acabar con la invasión.

Opinión personal:
“La noche de los muertos vivientes” me ha encantado. Así de sencillo. Desconocía que la famosa película que aterrorizó a la generación de mis padres y que tan mítica se ha vuelto con el paso de los años contara con una novelización por parte de su propio guionista, John Russo.

Ese aspecto, como viene siendo habitual, responde al interés de Hermida Editores en la traducción y publicación de novelas inéditas en castellano con las que nos viene sorprendiendo últimamente. Desde luego, esta novela merece muchísimo la pena ser leída y disfrutada (si se puede emplear el verbo “disfrutar” para describir la inquietud y angustia que sentí mientras transcurría esa interminable noche), porque en su brevedad esconde una historia capaz de ponernos los pelos de punta y, tan visual, que es imposible que te deje indiferente.

Y es que, ¿quién mejor que John Russo, creador de esta historia, para devolvernos al mundo de pesadilla que ya dibujó para la gran pantalla? Algo que me atrapó por completo en la lectura y que es, creo, una de las mayores virtudes de la novela, es justamente el lenguaje tan cinematográfico en que está escrita. Realmente, parece que estemos allí, dentro de la casa con Barbara y Ben, sufriendo el mismo lento pero implacable acoso y derribo de las criaturas venidas de ultratumba.

He de reconocer, que pensaba que la historia no me inquietaría tanto como lo ha hecho. He visto la serie The Walking Dead y, sinceramente, últimamente parece que el tema zombie está más que explotado tanto en cine como en televisión, pero “La noche de los muertos vivientes” me mantuvo nerviosa toda su lectura, tanto o más que la mejor película de terror del género. Russo es sumamente descriptivo pero también un gran contador de historias. Por eso, en ningún momento tuve la sensación de que no pasaba nada o que había descripciones de más. Muy al contrario, cuando acabé la lectura y eché la vista atrás, me di cuenta de la cantidad de cosas que habían ocurrido en un espacio tan reducido como una casa en mitad de la nada y en un espacio de unas horas. Realmente, la lectura no podía haber sido más ágil ni la acción más trepidante.

Sin embargo, lo que realmente me gustó al cerrar el libro y dejar reposar un tanto todo cuanto había leído es el brutal mensaje que nos deja Russo: en situaciones límite el ser humano está solo. Y da igual que vivas en el país más avanzado del mundo (como en este caso lo era EE.UU. a finales de los sesenta), porque ante lo desconocido hasta el ejército más poderoso de la Tierra es inútil. Si tenemos en cuenta el momento en el que la novela fue escrita (todavía con el telón de acero en pie y la Guerra Fría amenazando la paz en el Mundo), este mensaje de soledad e indefensión es todavía más potente y convierte “La noche de los muertos vivientes” en algo más que una mera diversión llena de cadáveres andantes.

Dicha sensación de desesperanza, unida al irónico y cruel final de la obra (os aviso, os quedaréis con la boca abierta), me ha acompañado desde que terminé la lectura y sigue conmigo ahora que escribo estas líneas. Ella ha conseguido que una historia de zombies sea mucho más y por ella también le he dado la puntuación más alta en la red de lectores Goodreads.


En resumen, esta novela ha sido toda una sorpresa que me ha asustado, encogido el corazón y hecho reflexionar a partes iguales. Una historia con un ritmo trepidante, que se lee en un pis-pas y a la que quiero volver pronto visionando la cinta original de 1968.

Nada más por hoy, amigos, solo desearos una terrorífica lectura si os animáis con esta novela y desear, también, volver a escribiros dentro de poco.

La casa en los confines de la Tierra - William Hope Hodgson

jueves, 26 de noviembre de 2015
Buenas noches, amigos lectores.
¿Cómo van las lecturas estos primeros días de verdadero frío? Yo estoy teniendo un otoño muy productivo a nivel de estudios (me hallo inmersa en varios cursos superinteresantes a la par que exigentes y por eso no puedo reseñar tanto como querría) y también he tenido la oportunidad de leer algún que otro libro que bien merece unas líneas.

Como el que hoy os traigo. Se trata de una nueva colaboración con la editorial Hermida Editores que, en esta ocasión, me brindaron su edición de La casa en los confines de la Tierra del inglés William Hope Hodgson, considerado por crítica y público como padre de la novela de terror y ciencia ficción modernas e inspiración para autores tan emblemáticos del género como H. P. Lovecraft.


Datos técnicos:
La casa en los confines de la Tierra, William Hope Hodgson
Traducción: José Luis Piquero
Ilustraciones: Sebastián Cabrol
Hermida Editores, 2015
220 páginas
PVP: 19,90€

Argumento:
Mediante el recurso ya conocido de “manuscrito encontrado” Hope Hodgson nos presenta la historia de un caserón perdido en una recóndita área de Irlanda donde lo paranormal y lo puramente fantástico convergen. A partir de las memorias del morador de dicha hacienda, descubriremos que lo misterioso, horroroso e incluso lo místico pueden tener lugar tras los muros de una aparentemente gran casa señorial.  Criaturas espeluznantes, amenazas intuidas, viajes temporales y espaciales más allá de cualquier lógica se dan cita en esta historia que tiene más de ciencia ficción que de terror aunque en ella subyace una reflexión que puede erizar el cuello de más de un lector.



Opinión personal:
No había leído nada de William Hope Hodgson, lo admito. Es un autor que conocía de oídas, sobre todo por el papel importante que tuvo la lectura de sus obras en la creación literaria de otros escritores como Lovecraft. Sin embargo, dado lo oportuno de las fechas (el libro me llegó sobre Halloween aunque tuve que retrasar la lectura unos días) y dada la preciosidad de trabajo editorial que han realizado en Hermida Editores, decidí que era el momento de “catar” a este inglés hiperimaginativo.

La casa en los confines de la Tierra es más una historia de fantasía, de ciencia ficción, que de terror. Si bien es cierto que algunos de los detalles que se entrevén en la historia de esta misteriosa casa son bastante “creepies” o espeluznantes, el valor fundamental de esta obra,  y el groso de la narración se lo llevan los viajes extratemporales/espaciales que realiza involuntariamente el dueño del caserón a lo largo de su narración diaria.
Una de las preciosas ilustraciones de Sebastián Cabrol

Hope Hodgson trabaja perfectamente con la ambientación y la descripción es una técnica que domina a la perfección de ahí que sus decorados trasciendan el mero fondo y adquieran una vivacidad e intensidad que son de lo mejorcito de la novela a nivel estilístico. Sin embargo, la profusión de detalles en la descripción de ambientes tiende, inevitablemente, a  ralentizar la narración de la acción (la cual tampoco es muy abundante) por lo que esta novela requiere una lectura reposada. El lector debe estar dispuesto a dejarse llevar por la imaginación y que sus neuronas sean capaces de recrear los distintos escenarios que Hope Hodgson describe es fundamental para disfrutar de la experiencia de lectura tal y como esta obra se merece. Para ayudar a esta recreación ambiental, la presente edición cuenta con la inestimable colaboración del ilustrador Sebastián Cabrol que salpimenta la novela con una serie de dibujos preciosos, perfectamente acordes con la narración y que estimulan de forma muy vívida la imaginación del lector y su identificación con el protagonista: un hombre solitario aquejado de mal de amores que de pronto ve cómo su casa es atacada por hombres-cerdo y empieza a tener una suerte de viajes astrales o interespaciales-temporales capaces de desubicar al más pintado.

Creo que la inclusión de las ilustraciones ha sido todo un acierto y convierten esta edición en una pequeña obra de arte por partida doble: escritural y visual.


Para concluir, ésta es una novela sobre el bien y el mal, el cual puede acecharnos en las entrañas mismas de nuestro hogar; una historia sobre el perspectivismo y cómo moldeamos e interpretamos nuestra realidad a placer; un recordatorio de que no somos más que marionetas ubicadas en unas coordenadas espacio-temporales que nada tienen que ver con nosotros ni nuestra propia esencia.

Es una lectura pausada, detallista, llena de misterio y algún que otro pasaje desconcertante, atractivamente editada por Hermida Ediciones y una primera aproximación al trabajo de Hope Hodgson de lo más aconsejable.



Suave es la noche- Francis Scott Fitzgerald

viernes, 23 de octubre de 2015
¡Buenos días, amigos lectores!
La de hoy es una reseña especial.
Quizás porque hace tiempo que no escribo ninguna y pesa sobre mis hombros la responsabilidad de querer hacerlo muy bien y no sentir los dedos desengrasados.
Quizás porque vengo a reseñaros un libro de uno de mis autores favoritos de todos los tiempos.
Os hablo de Suave es la noche del gran Scott Fitzgerald.




Francis Scott Fitzgerald
Scott Fitzgerald (1896-1940) es uno de los autores norteamericanos más importantes y mejor considerados del siglo XX. Vivió décadas que en la memoria colectiva han quedado dibujadas con una pátina de nostalgia y cuento de hadas. Ciertamente, Fitzgerald, por su misma biografía y por las historias que nos cuenta en sus novelas se nos presenta como un hombre talentoso y triunfador de aquellos felices años veinte en Francia, hervidero social/cultural europeo de la fecha. Hombre muy inquieto culturalmente y amante de los placeres que el mundo podía ofrecerle, él y su esposa Zelda Fitzgerald fueron bien conocidos como uno de los matrimonios más peculiares -y tormentosos- de su generación.
Fruto de sus vivencias y de sus inquietudes intelectuales, nació la más famosa de sus obras, El gran Gatsby (1925), historia que, bien por las cientos de ediciones de las que ha disfrutado a lo largo de los años, bien por las adaptaciones cinematográficas que la han llevado a la gran pantalla, es conocida por básicamente cualquiera con un poco de cultura literaria.
La novela que hoy os reseño, sin embargo, no es El gran Gatsby, sino una novela posterior, de 1935, que recoge, de manera más pesimista y profunda, los sinsabores de la aparentemente perfecta vida de glamour y éxito del propio matrimonio Fitzgerald.
La edición que he leído es la realizada por Hermida Editores, la cual os recomiendo por la exquisita traducción de José Luis Piquero así como por el cuidado y mimo que la editorial ha puesto en crear un libro que, nada más como objeto, es precioso.

DATOS TÉCNICOS
Suave es la noche, Francis Scott Fitgerald
Traducción y prólogo: José Luis Piquero
Editorial: Hermida Editores, 2015
Colección: El jardín de Epicuro-Ficción
Tapa blanda con sobrecubiertas, 416 páginas
Precio: 19'90€ (libro físico) / 6€ (ebook)

SINOPSIS:
Suave es la noche nos cuenta la historia del matrimonio Diver (Dick y Nicole), una pareja norteamericana que, cuando arranca la novela, viven retirados en la Riviera francesa como tantos otros compatriotas de economía holgada de la época. Ambos son guapos, se quieren y representan la felicidad más plena. Son carismáticos y tienen grandes cantidades de dinero que no dudan en invertir en grandes fiestas, motivo por el cual conforman el núcleo de una pequeña y heterogénea congregación de veraneantes y exiliados. A este grupo se unen Rosemary, una jovencísima estrella emergente de Hollywood y su madre. Rosemary se enamora de inmediato de Dick, excusa narrativa que nos conducirá a conocer la otra cara del matrimonio Diver.

OPINIÓN PERSONAL:
Dicho a las bravas, me ha encantado. Suave es la noche tiene lo que ya me enamoró en las anteriores obras de su estilo: ese ambiente bohemio en el que se mueve, pero sobre todo la manera en que perfila a los personajes y su narración, llena de belleza y una aparente ligereza que oculta prosa de altísimo nivel. Está a la altura de El gran Gatsby sin dudarlo y, además, cuenta con una ventaja (o punto extra) con respecto a ésta: en Suave es la noche Fitzgerald nos ofrece una disección minuciosa de los sinsabores de su propia vida. Los Diver no son sino la trasposición al papel de Francis y Zelda y por ello resulta tan estimulante su lectura.
 Como mera obra de ficción Suave es la noche es un profundo y conmovedor estudio de personajes, de un matrimonio en apariencia perfecto pero sustentado en una relación desigual (no ahondaré más para no desvelar nada importante) que lo condena al fracaso. Como obra contextualizada en su momento de escritura y en la vida de su autor, Suave es la noche desborda los límites de la buena literatura para convertirse en recipiente donde Fitzgerald aboca la desesperación y dolor que su vida con Zelda también le conllevó.
El matrimonio Francis y Zelda Fitzgerald
Asistimos al proceso de destrucción de una pareja que podemos leer en dos niveles y en la búsqueda posterior de Dick-Scott Fitzgerald de su propia identidad. Aquella que perdió en el momento en que dejó de ser un individuo para formar parte de un matrimonio.
Por todo ello, he disfrutado muchísimo esta novela. La prosa de Fitzgerald es preciosa (como en el resto de su bibliografía) y la recreación de atmósferas y personajes es tan rica, variada y atractiva como solo quien ha vivido el momento puedo hacerlas. Fitzgerald sabe muy bien de qué y de quiénes habla y lo plasma por escrito en unas páginas que prácticamente se leen solas. Y si la forma de narrar es preciosa, el contenido tampoco decepciona. La acción no decae en ningún momento y aumenta su intensidad hasta conducirnos a un final no por anunciado menos desgarrador.
La pena es pensar que dicho final refleja demasiado bien las emociones reales del propio Fitzgerald.
Una novela imprescindible.

Por último, agradezco muchísimo a Hermida Editores su confianza depositada en mí para realizar esta reseña y os invito a pasaros por su página web. Tienen un catálogo realmente interesante de obras, algunas no muy conocidas, pero que merecen plenamente una puesta al día en el mercado literario español.

¡He regresado!

sábado, 29 de agosto de 2015
Buenos y veraniegos días!!
Tras una tortura de nombre oposiciones y un merecido paréntesis para descansar, vuelvo con las pilas a tope y con muchos proyectos en mi cabecita.
Pero antes de entrar de lleno en el "curso académico" y ponerme con las reseñas a saco, hoy os propongo simplemente charlar.

 Estoy un tanto cotilla-literaria-cinéfila-charlatana. En "A vivir que son dos días", el programa de las mañanas de loa findes de la Ser, la sección que llaman "Malditos roedores" ha tratado sobre libros, pelis o series que nos han hecho llorar.
Y aquí actúa mi cotilla-literar... todo eso. Porque he estado pensando en grandes llantinas y, a parte de las que tienen que ver con la vida cotidiana o las hormonas femeninas, la verdad es que he tenido muchas y variaditas (no me quejo, lo que no mata... ya se sabe).
De modo que os ofrezco mi lista y os pregunto: ¿Sois muy sensibles?¿Cuáles son vuestras "culturales"?

Personalmente,  reconozco que soy de lágrima muy fácil porque me meto mucho en las historia y empatizo con los personajes con facilidad. Sin embargo, soy también una llorona mucho más visual que lingüística, es decir, que igual que me asusto más fácilmente con una peli de terror que con un libro del mismo género,  lloro antes viendo que leyendo. Aclarado esto,  os confieso mis debilidades:
Visuales (pelis, series, vídeos en general).

-la muerte de Chanquete (me fui muy dramáticamente corriendo a llorar a la cama).

-"Titanic" (tenía 14 años y llegué llorando a casa. Menudo susto para mi madre. Me pasé varios años sin poder escuchar ni la canción, no digo ya verla).

-Ciertos vídeos de Youtube de animales abandonados (sobre todo si son perretes).

-"Bajo la misma estrella" (película, con el libro no. Acabamos todos llorando igual que antes reímos.  Toda una experiencia esta cinta).

-"El regreso de la momia" (ay, la edad y ese apuñalamiento...).

-"Siempre a tu lado, Hachiko" (En la vida la pienso volver a ver. Horas después seguía llorando y días y días después, si lo recordaba, lloraba de nuevo).

-"Una pareja de tres" (qué final, por favor).

-"Los puentes de Madison" (ese semáforo...).

Libros:
-"Harry Porter y la Orden del Fénix", J. L. Rowling (lo mismo, la leí con 16-17 años y la Rowling se portó muy mal).

-"Ojalá fuera cierto", Marc Levy (preciosa, mucho más que la película).

-"Expiación", Ian McEwan (qué impotencia, cómo sufrí,  cómo jugó con mis emociones McEwan... cómo lo admiro).

Me dejo mil, sobre todo películas,  pero este post se haría eterno y estoy escribiendo desde el móvil  (sí, qué masoquista soy, lo sé, pero quería que supierais que sigo viva y mi blog volverá).

Ahora os toca a vosotros: ¿qué historias nos hacen llorar?

La diosa de mi tormento, Nuria Llop

lunes, 27 de abril de 2015
Buenas tardes, amigos lectores.
Hoy os traigo una entrada muy especial porque el libro que voy a reseñar lo ha escrito una de mis mejores amigas y me cuesta no dejarme llevar por la emoción al hablaros de él. Me refiero a La diosa de mi tormento y ella se llama Nuria Llop y es una mamá, actriz de doblaje y escritora muy talentosa. Creedme, si no pensara de verdad, de corazón, que sus obras merecen tanto la pena, sería incapaz de dorarle la píldora (no me sale, nunca me ha salido y por ello me he ganado más de un disgusto, qué le vamos a hacer), de modo que espero que toméis en serio las siguientes líneas porque, si lo hacéis, descubriréis una autora de romántica histórica única en sus temas y poseedora de una pluma llena de sutileza y emoción.

La autora de novela romántica histórica Nuria Llop


La diosa de mi tormento es la segunda novela que Nuria publica con Círculo de Lectores (próximamente con Libros de Seda para todos los lectores no socios de Círculo), pero no es la segunda novela que escribe. Tras sus espaldas, como ocurre con la mayoría de escritores que de verdad merecen la pena, hay cientos de páginas emborronadas y varias novelas acabadas en el cajón (¿quién sabe si próximamente saldrán?). Os hablo de una autora que lleva años y años leyendo sobre el género que escribe, que se licenció en Historia del Arte pero que ha trabajado como actriz de doblaje y ajustadora muchos años y que escribe con pasión robándole tiempo a sus otros trabajos y a sus chicos, como los suelo llamar.

Nuria es una gran lectora. En general, pero especialmente de novela romántica y todas sus lecturas se notan cuando abres una de sus novelas. En ellas encontramos la mejor tradición de novela romántica histórica pero trasladada a nuestras fronteras, lo que las convierte en material inédito en nuestras librerías. Fruto de su pasión por la historia y por el teatro, Nuria ha decidido ambientar sus novelas en el siglo de Oro español en la ciudad de Madrid, urbe que se convierte en perfecto escenario para las andanzas de sus personajes.

En concreto, La diosa de mi tormento nos cuenta la historia de Julián Acacio y Catalina de Velasco. Él es un joven joyero que regresa a España tras unos meses de ausencia y es apresado injustamente acusado del asesinato de su propio hermano. Ella, una joven dama de alta cuna inconformista, luchadora y con las ideas muy claras que, por una serie de circunstancias, se convertirá en la mejor aliada del joyero.

Prefiero no deciros nada más de la trama porque buena parte de la gracia de su lectura está en ir descubriendo poco a poco lo que el destino les depara a los protagonistas. Lo que sí puede que hayáis notado quienes leísteis la primera novela de Nuria (La joya de mi deseo) es que Julián y Catalina son viejos conocidos del universo literario de la escritora. De hecho, podríamos definir esta novela como un spin-off de aquella, o como una segunda parte porque comparten coordenadas espacio-temporales así como muchos de sus personajes. Si en aquella primera novela los protagonistas eran Luisa y Álvaro, en ésta descubrimos cómo les ha ido desde que su propia historia terminó.

Pero volviendo a esta novela y estos nuevos protagonistas, ¿por qué os recomiendo que la leáis? En primer lugar, porque es original. En un panorama de literatura romántica patria en el que últimamente están proliferando como setas los nuevos títulos y autoras (que no me quejo, que conste pero, entre nosotros, la calidad de algunos de ellos… brilla por su ausencia, lo cual no es de extrañar teniendo en cuenta la rapidez en su escritura, las autoediciones… que, oigan, no quiero levantar ampollas pero… mejor otro día discutimos el tema), como decía, en este panorama tan diverso, encontrar una autora realmente original es difícil. Y Nuria lo es. Tanto en su elección temática (solo algunas autoras españolas se atreven con la histórica ambientada en nuestro país: Ana Iturgaiz, Teresa Cameselle, Arlette Geneve o Pilar Cabero, que yo haya leído), como en el tono de su escritura, Nuria destaca entre tanta romántica actual y paranormal. En segundo lugar, justamente eso, su tono, su voz narrativa. Nuria es una persona con un gran sentido del humor y este se traslada a sus obras independientemente de que éstas sean románticas históricas o no. En La diosa de mi tormento, como ya me pasó en la anterior, me he descubierto a mí misma sonriendo en muchas ocasiones y soltando alguna carcajada en otras. Sus malentendidos son francamente graciosos y, sí, también muy sugerentes… lo que me lleva a hablar de la tercera virtud de sus obras: son tremendamente sensuales. Nuria Llop tiene una facilidad increíble (y digo lo de increíble porque personalmente es lo que más me cuesta escribir a mí cuando me enfrento a mis propios proyectos literarios) para crear escenas eróticas muy sugerentes, delicadas y muy cercanas. Hace fácil lo difícil y lo hace con una naturalidad que te hace conectar ¡y de qué manera! Con las emociones del momento… y creedme, son muchas y variaditas. Porque a lo largo de esta novela los momentos picantes se ofrecen en pequeñas dosis y siempre te dejan con ganas de más, de seguir leyendo de seguir pasando las páginas… motivo que se erige como en número cuatro para animaros a leer La diosa de mi tormento: es francamente adictiva. No me he separado de sus páginas salvo cuando el deber me llamaba (maldito deber de las narices, menudos meses llevo), y la historia en sí misma tiene una serie de giros de tuerca que te mantienen alerta y las páginas vuelan. A esto contribuyen unos personajes muy redondos, completamente llenos de vida, con sus traumas, sus virtudes y sus defectillos (ay, Catalina, cómo te cuesta pedir disculpas), de los que es imposible no encariñarse. Nuria los mima a todos y se nota porque permanecen en tu memoria aun cuando has terminado de leer la novela. Eso es algo que siempre miro mucho cuando leo, porque también como escritora en ciernes es mi mayor quebradero de cabeza, pero en las novelas de Nuria Llop sabes que vas a leer historias llenas de pasión y de humanidad, y se agradece esa huída de los tópicos y ese intento por dotar de personalidad propia a los personajes.

Firma de libros en Sant Jordi 2015: ¡sueño conseguido!
Por último, pero no menos importante, uno de los motivos principales por los que recomiendo la lectura de esta novela es su último tramo. Toda la novela va creciendo en intensidad y emoción y, claro, llega un momento en que los hechos se precipitan y ante nuestros ojos se desarrollan una serie de escenas absolutamente trepidantes y escritas con precisión milimétrica que me han recordado a las mejores comedias de Lope de Vega.


Conclusión: ¿qué hacéis leyendo todavía estas líneas? Atreveos a adentraros en un mundo lleno de picaresca, malentendidos y pasión, mucha pasión, de la mano de una de las grandes promesas de la literatura romántica española. Seguro que no os arrepentiréis.

Os dejo la página de autora de Nuria de Facebook por si os ha picado la curiosidad. No dudéis en contactar con ella porque, además de buena escritora, es una persona entrañable

Y... nada más por hoy, chicos, vuelvo a mi enclaustramiento pero prometo volver con energías renovadas cuando el proyecto en el que estoy metida llegue a su fin (¡¡ganas mil!!).
Saludos,
Ana.